La extensión del currículum sí importa, aunque el Girona se plantase en el Bernabéu convencido de lo contrario. Los de Ancelotti cuajaron su mejor partido de la temporada el día y ante el rival que debían hacerlo. Minimizaron sus defectos y elevaron sus virtudes hasta cotas exponenciales. Sin centrales sanos en defensa, el Real Madrid finalizó el partido sin conceder ningún tiro a puerta a su rival. No por incomparecencia del Girona, que fue valiente y fiel a su esencia, sino por el voraz partido del Madrid, hambriento de goles. Recital de Vinicius y un 4 a 0 sin vueltas.
Real Madrid fue una auténtica aplanadora en el partido ante su más cercano perseguidor. Con el liderato en la pelea, el equipo de la capital recibía al Girona en el Estadio Santiago Bernabéu y el vencedor se alzaría como el solitario puntero de la competencia. Por esto, los de Ancelotti salieron con la disposición de destrozar a su rival de turno. Rápidamente Vinicius Jr. puso el 1-0. A los 6′, el brasileño clavó un fierrazo desde fuera del área y anotó su sexto gol en la presente liga española. La agobiante presión que desplegó el conjunto madrileño en el campo fue superior a lo que podía aguantar el Girona y Jude Bellingham cerró el primer tiempo marcando el 2-0, en una definición que incluyó un amague al portero Gazzaniga.
Ya en el segundo tiempo, un magnífico desborde de Vini provocó el caos en el área visitante y tras un rebote, el joven inglés duplicó su cuenta personal empujando el balón a la red. El 4-0 definitivo fue obra de Rodrygo, quien a través de otro fuerte remate en la medialuna, estiró el sufrimiento del ex guardameta del Tottenham Hotspurs. En la última acción del encuentro, Joselu estrelló un lanzamiento penal en el poste. Con este triunfo, el Real Madrid estira su diferencia y sepulta un poco más las ilusiones del Girona por conquistar La Liga de España. En la próxima jornada, los merengues visitan al Rayo Vallecano y los de Cataluña viajan al Estadio Nuevo San Mamés para medirse al Athletic Club de Bilbao.