Honduras está en el centro de una transformación regional en el cultivo de cocaína, según el Diagnóstico Situacional de la Dinámica de Narcotráfico Marítimo, del Centro Internacional de Investigación y Análisis Contra el Narcotráfico Marítimo (CMCON).
El informe señala que Honduras pasó de ser un corredor de tránsito a un actor relevante en la producción y transporte de clorhidrato de cocaína (CHC).
Este cambio, impulsado por su proximidad a México y Estados Unidos, responde a la búsqueda de las organizaciones de reducir costos y riesgos.
El cultivo de coca en Honduras no solo reduce gastos logísticos, sino que también incrementa las ganancias al eliminar intermediarios y minimizar el riesgo de decomisos.
“Producir cerca de los mercados clave permite optimizar la logística y maximizar los beneficios”, explica el informe.
Esta evolución ha traído consigo un preocupante aumento de la violencia en el país. Las comunidades rurales, donde se detectan estos cultivos, sufren los efectos colaterales de la actividad criminal.
Entre ellos: desplazamientos forzados hasta un aumento de homicidios relacionados con el control territorial.
Rutas y alianzas internacionales
La posición estratégica de Honduras convierte al país en un eslabón crucial para las rutas marítimas que transportan cocaína hacia Estados Unidos y Europa.
Las alianzas entre organizaciones criminales locales y cárteles internacionales, principalmente de México y Colombia, fortalecen la capacidad logística del narcotráfico.
Estas colaboraciones permiten innovaciones constantes, como el uso de zonas costeras para el envío de alijos.
También, la consolidación de rutas fluviales y marítimas en áreas donde el control estatal es débil.
Desafíos y el efecto globo
La lucha contra el narcotráfico en Honduras enfrenta múltiples retos. «Aunque las autoridades incrementan los operativos de erradicación de cultivos, el fenómeno del ‘efecto globo’, el desplazamiento de actividades ilícitas hacia otras áreas, podría intensificarse, llevando los cultivos a zonas aún más inaccesibles», dice el informe.
Además, las comunidades vulnerables continúan atrapadas en una espiral de pobreza y violencia, mientras el Estado enfrenta limitaciones para responder de manera efectiva.
Honduras bajo presión
Honduras se encuentra en una encrucijada crítica. Su papel emergente como productor de cocaína representa un desafío monumental para el gobierno y para la estabilidad regional.
Con el narcotráfico evolucionando constantemente, el país debe enfrentarse a una amenaza que no solo afecta su seguridad, sino también su desarrollo.
El tiempo apremia para implementar estrategias efectivas que frenen la consolidación de las cadenas ilícitas en un territorio que se convirtió en el nuevo centro de atención del narcotráfico global.