La tormenta tropical Sara, que azotó a Honduras entre el 14 y 17 de noviembre, no solo dejó pérdidas materiales a miles de hondureños, daños en infraestructura de al menos 500 millones de lempiras, sino luto a seis familias.
Con la confirmación de la muerte del ciudadano Luis Torres en Marale, Francisco Morazán, en las últimas horas son seis fallecidos por la tormenta.
Reyna Isabel Oliva Padilla (de 47 años), Mateo Ramos Cruz (de 3 años), Carlos Darío Díaz (de 46), Nicolás Moreno (de 60) y Adolfo Izaguirre (de 60) son los hondureños que perdieron la vida.
Las víctimas mortales son de Colón, Yoro, Olancho, Choluteca, El Paraíso y Francisco Morazán. Todos murieron por sumersión.
Las autoridades de la Secretaría de Gestión y Riesgo también reportan una persona desaparecida, 7,682 rescatados, cuatro lesionados y cinco heridos.
Los afectados directamente por la tormenta ya suman 213,104 en toda Honduras. Hay 53,472 damnificados, 16,084 evacuados y 10,128 albergados. Copeco registra 4,440 viviendas dañadas y 427 destruidas. También hay 2,458 zonas incomunicadas debido a Sara.
Entre otros daños también se encuentran 59 carreteras destruidas y 59 dañadas; 42 calles destruidas y 82 dañadas.
Pese a que Sara se disipó el domingo pasado, el país todavía está en alerta. Las proyecciones para los siguientes días no son alentadoras: el frente frío que ingresa este jueves trae más lluvias, por lo que hay amenazas de derrumbes en carreteras e inundaciones en sectores aledaños a ríos.
Luis Salina, jefe de operaciones de Copeco, explicó que “los días difíciles seguirán porque son casi 36 horas de lluvias que vienen y esto va a provocar más inundaciones y derrumbes”.
El funcionario de Copeco instó a la población a estar pendiente de las alertas emitidas por las autoridades, ya que los escenarios son inciertos.
“La zona norte de Honduras seguirá siendo la más afectada, como lo fue con Sara”, advirtió.
Los acumulados de agua podrían llegar hasta 100 milímetros y, según lo explicado por las autoridades, por cada 50 milímetros de lluvia el caudal de un río crece 1.5 metros de altura.