Gilbert Reyes, acusado de asesinar a tres hondureñas en Roatán, Islas de la Bahía, el pasado 8 de enero de 2023, aseguró que había recibido una paliza dentro de la prisión y que debido a ello estaba orinando sangre.
Este día trascendió que cinco privados de libertad de alto impacto, recluidos en el módulo de segregación de la cárcel de Támara, Francisco Morazán, fueron golpeados.
Entre los afectados se encuentra el estadounidense Gilbert Reyes, quien aseguró que las agresiones recibidas lo dejaron en un estado crítico.
«Estoy orinando sangre y mi cuerpo está adolorido», denunció en un supuesto video, atribuyendo la paliza a la Policía Militar.
Según el defensor de Gilbert Reyes, los agentes gasearon el módulo, obligando a los internos a derribar los portones en busca de aire.
«Cuando salieron al exterior para poder respirar, se encontraron con un grupo de policías militares que los estaba esperando y golpearon a todos los privados del módulo de segregación», detalló.
Entre los agredidos, además de Reyes y José Rafael Sosa Méndez, figuran José «Chepito» Handal, Jesús Valmaña Cruz y Óscar «Pescado» Bonilla.
El abogado de Gilbert Reyes responsabilizó a Ramiro Muñoz, director de la Policía Militar y del Instituto Nacional Penitenciario.
Mientras tanto, el director de la Policía Militar y presidente de la Comisión Penitenciaria, Ramiro Muñoz, negó las acusaciones de maltrato.
«Si alguien rompe los candados y sale de la celda el procedimiento es no tener contacto con esa persona sino usar el gas lacrimógeno para evitar el contacto, porque queremos evitar un golpe de un policía militar sobre un privado de libertad», manifestó.
Al mismo tiempo dijo que Gilbert «no tiene ningún tipo de golpe» y que la única queja que ha presentado es «que no le gusta la comida hondureña».